Estamos en abril y, a estas alturas, muchas de nosotras estaríamos abarrotando los centros comerciales buscando ropa de invierno, pero este año ha sido diferente. Aún se siente mucho calor -demasiado diría yo-.
Es insoportable sentir que sudas por todos lados y si estas en la calle... ¡te fregaste! pasas la mayor parte del tiempo buscando rinconcitos con sombra o lugares cerca a los árboles, sin mencionar las paradas en Starbucks solo porque tiene aire acondicionado. Definitivamente, el clima ¡ni el Senamhi lo entiende!
Si nosotros nos ahogamos con este clima, imagínense los niños. ¡Ellos sienten el doble de calor que nosotros!
Desde que Vale llegó a mi vida he tratado de entender que a los niños jamás de los jamases se les abriga demasiado; ellos siempre tienen calor o desean estar desabrigados, incluso a veces es normal que solo quieran emplear un polo de manga corta toda la tarde (aunque yo esté envuelta como tamal con miles de frazadas). Ellos necesitan correr, jugar, ser libres, por eso es mucho mejor buscarles prendas con telas frescas y suaves que los proteja del calor o frío, pero sin tenerlos rígidos como muñequitos de torta.
Por eso creo que me gusta Epk; las telas son, mayormente, de algodón de primera calidad que se siente al tacto. No usan casi nada de materiales sintéticos y sus diseños, a pesar de ser unos bebés o niños, no son meramente infantiles, tienen diversidad de diseños bellos.
El vestido que coloco abajo es un clásico. ¿Quién no ama los polka dots en los niños? A mí me encanta cómo le queda el azul a Vale, en especial con este vestido tipo 'corte princesa'. Sobre todo, es muy fresco para estos días de calor.
Recomiendo este look para asistir a las fiestas infantiles, almuerzos de familias y salidas con los papis.
Ella sí sabe posar para la cámara :) |
Fotografía y edición: Juan Manuel Rivera
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